sábado, 26 de noviembre de 2011

Contenidos del Aprendizaje

Dimenciones de los  Contenidos del aprendizaje
Estas seis dimensiones que se deben interpretar de manera diferente, y son tres contenidos distintos cada uno de los cuales conservan su propia personalidad e identidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, no existen independientes unos de otros sino que todos ellos se interrelacionan dialécticamente y conforman una unidad en la integración del todo en sus partes.
La primera dimensión es la amplitud el concepto
Según Gimeno” los contenidos son todos los aprendizajes que los estudiantes deben alcanzar para progresar en las direcciones que marcan los fines de la educación en una etapa, lo que es preciso estimular los comportamientos, adquirir valores, y habilidades de pensamientos, además de conocimiento”
Anteriormente la escuela era vista como un lugar en donde el profesor debería impartir conocimientos y sobre todo pensaban que los conocimientos deberían ser  memorizados obteniendo así estudiantes dogmaticos.
En la actualidad a la escuela es vista como una estructura social que a no solo imparte conocimiento sino que fortalece los valores y habilita las destrezas de los estudiantes.
Es un hecho incuestionable que cuando un profesor enseña los alumnos no solo aprenden conceptos, sino como se asimila los conocimientos impartidos y que cambios de personalidad ocurren cuando han logrado un aprendizaje, de aquí se puede identificar los tipos de contenidos que en la actualidad rigen la educación los cuales son:
 Los contenidos conceptuales los cuales embarcan los hechos, conceptos, principios y teorías en toda disciplina escolar.
Lamentablemente existen establecimientos escolares donde se pretenden dar conocimientos memorísticos sin llegar, a un nivel amplio en el proceso enseñanza aprendizaje
Los contenidos procedimentales se refieren a las habilidades, destrezas técnicas que se emplean para lograr nuevos conocimientos. El docente debe, identificar cuales son las destrezas de su materia o de la unidad para que es necesario enseñar, de tal modo que no solo asimile conceptos, sino habilidades.
Los contenidos actitudinales comprenden el conjunto de valores, normas y actitudes. El docente debe ponerse de acuerdo en cuales son los contenidos actitudinales que prioriza la institucional y tratar de incorporarlos a las materias, unidades y temas de clase.
Segunda dimensión es la selección de contenidos
El docente esta a cargo de seleccionar sus contenidos de aprendizajes que se impartirán en su materia claro debe tener coherencia y secuencialidad
Tercera dimensión organización de los contenidos
Según Hernández: la manera y el orden en que se dispone la información en la enseñanza influyen en su mayor adquisición y desarrollo formativo.
Como disciplina o ciencia dice que son unidas más o menos grandes es el principio para la asimilación del conocimiento
Como proyecto se basa en proyectos de trabajo o problemas, es la búsqueda para la solución de problemas se recurre a un estudio multi e inter disciplinario que permita enfocar los temas desde diferente puntos; y enfoques teorías.
Cuarta dimensión significativitad de los contenidos
La significatividad es también vista como teoría del aprendizaje significativo, insiste sobre las necesidades de encontrar sentido a lo que se aprende, permite reconocer la estructura de su conocimiento su utilidad y ubicación en los esquemas mentales
Establece relaciones entre lo que aprendemos y lo que ya conocemos
 Ultima dimensión instrumento de desarrollo de pensamiento
Forma de ejecutar ideas
Instrumento para el ejercicio de la capacidad de pensar o de generar ideas para dar solución a los problemas
Los contenidos como instrumento pues permiten tener noción, concepto y categorías
Propósitos en el alumno que logren niveles avanzados de pensamientos
Es oportuno señalar que en cada disciplina es necesario precisar los conocimientos más generales o esenciales que, en calidad de invariantes o núcleos del conocimiento. La determinación de las invariantes y el modo de enriquecerlas es un camino fundamental que permite la racionalización del proceso de enseñanza-aprendizaje y el incremento de su eficiencia.

martes, 4 de octubre de 2011

Motivación en el aula

“El término motivación se deriva del verbo latino movere, que significa ‘moverse’, ‘poner en movimiento’ o ‘estar listo para la acción’.Cuando un alumno quiere aprender algo, lo logra con mayor facilidad que cuando no quiere o permanece indiferente. En el aprendizaje, la motivación depende inicialmente de las necesidades y los impulsos del individuo, puesto que estos elementos originan la voluntad de aprender en general y concentran la voluntad. De esta forma podemos ver que la motivación es un acto volitivo.
Como se puede apreciar, la motivación debe darse antes, durante y al final de la construcción del aprendizaje.
Sin ser una “receta”, existen algunas sugerencias que aquí se presentan para motivar a los alumnos antes, durante y después de las actividades o tareas:
a) Manejo de la motivación “antes”:
· Mantener una actitud positiva. Primero que nada, el maestro debe mostrar una actitud positiva, ya que los alumnos la captarán inmediatamente cuando entre al salón de clase.
  • Generar un ambiente agradable de trabajo. El clima o la atmósfera del salón de clase debe ser cordial y de respeto. Se debe evitar situaciones donde se humille al alumno.
· Detectar el conocimiento previo de los alumnos. Esto permitirá tener un punto de partida para organizar las actividades y detectar el nivel de dificultad que deberá tener. Asimismo, se podrá conocer el lenguaje de los alumnos y el contexto en el que se desenvuelven.
· Preparar los contenidos y actividades de cada sesión. Un maestro que llega a improvisar es detectado automáticamente por los alumnos, por lo cual pierde credibilidad y los desmotiva.
· Mantener una mente abierta y flexible ante los conocimientos y cambios. Hay que considerar que los conocimientos se construyen y reconstruyen día con día; que existen diferentes perspectivas para abordarlos ya que no son conocimientos acabados e inmutables.
  • Generar conflictos cognitivos dentro del aula. Plantear o suscitar problemas que deba resolver el alumno, que activen su curiosidad e interés. Presentar información nueva, sorprendente, incongruente con los conocimientos previos del alumno para que éste sienta la necesidad de investigar y reacomodar sus esquemas mentales.
  • Orientar la atención de los alumnos hacia la tarea. Tratar de que los alumnos tengan más interés por el proceso de aprender y no por las recompensas que puedan tener.
  • Cuidar los mensajes que se dan. Tratar de no desmotivar a los alumnos diciendo que algo es muy difícil y que no van a poder con ello. Al contrario, hay que alentarlos a que den su mayor esfuerzo y felicitarlos por ello.
b) Manejo de la motivación “durante”:
· Utilizar ejemplos y un lenguaje familiar al alumno. A partir del conocimiento previo del educando, el maestro puede conocer su forma de hablar y pensar. Utilizando esto se pueden dar ejemplos que los alumnos puedan relacionar con su contexto, sus experiencias y valores.
· Variar los elementos de la tarea para mantener la atención. Si el maestro siempre sigue las mismas actividades y procedimientos en todas las clases, los alumnos se aburrirán, ya que éstas se harán monótonas. Por ello, el maestro deberá tener una amplia gamma de estrategias de aprendizaje para que los alumnos se motiven en la construcción de su aprendizaje.
· Organizar actividades en grupos cooperativos. Pueden ser exposiciones, debates, representaciones, investigaciones, etc. Las actividades en grupos cooperativos permitirán a los alumnos tener diferentes puntos de vista sobre el mismo material, por lo cual sus compañeros servirán de mediadores en su construcción del conocimiento.
· Dar el máximo de opciones posibles de actuación para facilitar la percepción de la autonomía. El alumno, aún cuando sea parte de un grupo, es un ser autónomo, que merece ser tomado en cuenta como tal; por lo cual, no debe ser tratado como uno más en la masa. Se debe respetar su individualidad dejándolo actuar y pensar por sí mismo.
· Mostrar las aplicaciones que pueden tener los conocimientos. Ejemplificar mediante situaciones diarias la relevancia de los contenidos. Muchas veces los alumnos dicen: para qué estudio esto si no me va a servir para nada. El maestro debe orientarlos para que lo apliquen en su realidad. Si es posible, guiarlos para que sean ellos quienes le encuentren sentido y digan para qué sirve.
· Orientarlos para la búsqueda y comprobación de posibles medios para superar las dificultades. Hay un dicho popular que dice: si le das un pez al hambriento, comerá ese día. Si le enseñas a pescar, comerá siempre. Esta analogía sirve para ejemplificar la labor del docente.
c) Manejo de la motivación “después”:
  • Diseñar las evaluaciones de forma tal que no sólo proporcionen información del nivel de conocimientos, sino que también permitan conocer las razones del fracaso, en caso de existir. La evaluación debe permitir detectar las fallas del proceso enseñanza aprendizaje, para que el maestro y el alumno puedan profundizar en ellas y corregirlas.
  • Evitar en lo posible dar sólo calificaciones. Se debe proporcionar a los alumnos información acerca de las fallas, acerca de lo que necesita corregir y aprender.
  • Tratar de incrementar su confianza. Emitir mensajes positivos para que los alumnos se sigan esforzando, en la medida de sus posibilidades.
  • Dar la evaluación personal en forma confidencial. No decir las calificaciones delante de todos. Es preferible destinar un tiempo para dar la calificación en forma individual, proveyéndolos de la información necesaria acerca de las fallas y los aciertos; buscando de esta forma la retroalimentación del proceso enseñanza aprendizaje.
Éstas son sólo algunas recomendaciones para el manejo de la motivación dentro del aula, no es una receta de cocina, ya que cada profesor podrá agregar más a la lista, según la experiencia que haya tenido en su labor docente.